A Jaime le encantan los aviones, y subido en los tejados de Oviedo sueña con volar algún día. A partir de esta alegoría sobre la esencia del hombre, sobre un vuelo que representa un ansia de perfección y libertad, Pepe Monteserín narra una historia tranzada de humor y amor, . Algaida. Madrid. Año 2004.